Un paseo por kiri [Libre]

por **Kaeto Baskerville** Sáb Mayo 26, 2012 12:25 am

Era una hermosa mañana en la aldea de kirigakure, esta mañana se distinguía de las demás puesto a que típicamente la aldea se encontraba completamente cubierta por una densa capa de niebla la cual cubría completamente la existencia de la aldea de personas externas a la misma. Pero por suerte en el día de hoy el clima se encontraba templado, con un cielo el cual estaba completamente despejado y era recorrido por unas aves las cuales volaban en dirección del viento quien soplaba una refrescante brisa que recorría toda la aldea de Kirigakure.

-Parece que hoy hay un buen clima-

Dijo el joven pelirrubio mientras caminaba por el centro de la aldea, ya que se había escapado de su trabajo como Mizukage por el día de hoy, después de todo eso era un trabajo agotador y demasiado rutinario para el joven Kaeto, quien hallaba mas divertido tener un combate o simplemente dar un paseo por su villa para despejar un poco su mente. Mientras que el joven se encontraba caminando por las calles de kirigakure, el chico se topa con lo que al parecer era una tienda de ramen una de sus comidas favoritas y como no el joven ni perdió tiempo en adentrarse en aquel lugar en el cual se encontraba completamente vació y tal ves esto se debía a que era plena mañana y los demás aldeanos se encontraban haciendo las compras para los quehaceres de la casa. Luego de haber entrado al lugar el pelirrubio se sienta en el primer asiento del extremo derecho del lugar y observa al viejo que al parecer era quien vendía el ramen.

-Oye viejo quisiera un tazón de su mejor ramen-

Dijo el joven mientras le sonreía de forma simpática al vendedor de ramen quien rápidamente afirmo con su cabeza y comenzó a preparar el ramen rápidamente. Al parecer el vendedor de ramen no se había percatado de que su cliente se trataba del Mizukage, pero esto era de esperarse, después de todo el joven no estaba vistiendo los típicos ropajes de Mizukage, puesto que estos eran muy formales y la formalidad era algo que deprimía al joven pelirrubio.

Tiempo mas tarde al parecer el viejo había terminado ya de preparar el ramen y se lo servia al joven mientras que le hacia una reverencia la cual era en muestra de gratitud por haber visitado su tienda.

Luego de haber comido su ramen y pagado el mismo, el joven volvía a su caminata por su aldea en la espera de encontrar algo interesante que hacer.